La iluminación museográfica es compleja y requiere amplios conocimientos técnicos. Lo ideal en un proyecto de iluminación para un museo es que se lleve a cabo por un equipo multidisciplinar. Este equipo está compuesto por expertos en diseño de iluminación y personal de conservación del propio museo. Una de las cuestiones más importantes es que la iluminación no debe de dañar los objetos expuestos. Además debe pasar desapercibida para los visitantes estando integrada en el espacio arquitectónico.

La iluminación debe ayudar a generar el mejor contexto expositivo para el visitante, guiará su visita y hará que dirija su atención a las características de los objetos expuestos. Como ya sabemos la iluminación es un elemento más de significación capaz de generar emociones (enlace art).

1

Uso de la luz natural

No debemos olvidar la luz natural en el proyecto de iluminación, al contrario, siempre que se pueda tenemos que sacarle el máximo provecho. Sin embargo, hay que manejar la luz natural con mucho cuidado, ya que las pinturas, telares y muchos materiales de las obras de arte, si son expuestos a la luz directa sufren un deterioro gradual permanente. Los rayos UV provocan la destrucción fotoquímica de los materiales y los rayos infrarrojos provocan una destrucción radiante debido al calor.

Por tanto, hay que combinar adecuadamente ambos tipos de iluminación buscando el mejor equilibrio entre la luz solar y la luz artificial para crear la mejor experiencia en el visitante conservando adecuadamente las obras.

2

Iluminación general ambiental adecuada

Hay que tener en cuenta que la iluminación no provoque reflejos ni deslumbramientos, que sea uniforme y sobre todo que se acerque lo máximo posible a la luz natural para una buena reproducción cromática de los objetos. Al igual que con la luz natural tenemos que tener en cuenta que la luz afecta a la temperatura y humedad del aire, lo que provoca el deterioro de los objetos expuestos. Tenemos que encontrar el equilibrio entre una buena iluminación y una buena conservación.

3

Iluminación de acento para destacar la obra

La iluminación de acento se usa para crear un interés visual, se debe plantear como complemento de la iluminación general logrando un equilibrio entre ambas, ya que debemos iluminar los objetos y obras de arte sin olvidar la circulación y zonas de estar de los visitantes.

La iluminación de cada objeto va a depender de su posición, tamaño, forma y color para ello debemos de usar luminarias versátiles con posibilidad de ajustar sus ángulos de apertura y la intensidad de la iluminación.Una buena solución es colocar una iluminación puntual de fibra óptica o led.

4

Iluminación integrada y respetuosa con el espacio

Dadas las necesidades específicas de estos espacios las luminarias comerciales muchas veces no sirven y hay que hacer diseños específicos para estas instalaciones. Para integrar la luz se deben crear diseños de arquitectura que permitan ocultar proyectores y luminarias en general.El objetivo es dar mayor confort visual a las personas que observan las obras.No es fácil lograr en el visitante una buena sensación lumínica sin distraerle con las luminarias que deben estar lo más integradas posibles.

5

Ahorro energético y preservación con Led

Muchos museos están optando por este tipo de iluminación y no solo por su mayor nivel de eficiencia energética, el ahorro estimado para el el museo Thyssen de Madrid es del 60% según las propias fuentes del museo. La tecnología LED permite conservar mejor los objetos expuestos, nos ofrece por ejemplo toda la gama de temperaturas de color. Además provoca una sensación de luz más natural en las obras y colores más luminosos con un índice de reproducción cromática (IRC) superior a 90.